Hace algún tiempo realicé una presentación en la que exponía cuál pensaba que podría ser el futuro del libro de texto digital y los pasos que se podrían seguir para llegar a esa situación. Como soporte gráfico aproveché para probar una de las muchas herramientas gratuitas que me quedan por utilizar: Powtoon.
Esta presentación está en formato «mudo». De hecho, quiero aprovechar para probar otras herramientas que permiten añadir comentarios (en texto o audios) a presentaciones. Cuando lo tenga listo también os lo presentaré.
De momento, pues, os dejo la presentación original que comentaré a continuación porque, si no, me temo que quedaría demasiado críptica. Evidentemente, se trata de una presentación muy personal, con unas «predicciones» basadas en ideas propias derivadas de mi experiencia en la elaboración de materiales de libros de texto digitales, en las conversaciones que he podido mantener con docentes y otros profesionales de la educación, y en los artículos que he ido leyendo sobre el mundo de la tecnología educativa (un sector apasionante que se encuentra en plena ebullición y que constantemente nos sorprende con algún posible cambio de guión).
No me enrollo más (eso viene luego) y os dejo con la presentación:
Esta presentación está en formato «mudo». De hecho, quiero aprovechar para probar otras herramientas que permiten añadir comentarios (en texto o audios) a presentaciones. Cuando lo tenga listo también os lo presentaré.
De momento, pues, os dejo la presentación original que comentaré a continuación porque, si no, me temo que quedaría demasiado críptica. Evidentemente, se trata de una presentación muy personal, con unas «predicciones» basadas en ideas propias derivadas de mi experiencia en la elaboración de materiales de libros de texto digitales, en las conversaciones que he podido mantener con docentes y otros profesionales de la educación, y en los artículos que he ido leyendo sobre el mundo de la tecnología educativa (un sector apasionante que se encuentra en plena ebullición y que constantemente nos sorprende con algún posible cambio de guión).
No me enrollo más (eso viene luego) y os dejo con la presentación:
Comentario de la presentación
(Acompañaré el texto con números entre paréntesis que harán referencia a la «diapositiva» correspondiente)
- Actualmente muchos libros de texto disponen de recursos de diferentes naturaleza: textos, actividades, ejercicios autocorrectivos, vídeos, animaciones secuenciales e interactivas y simuladores. (1)
- Estos recursos permiten diferentes interacciones al usuario (el docente, principalmente). Así, por ejemplo, es más que habitual que los profesores dispongan de herramientas de edición de texto e incluso de ejercicios, que puedan gestionar el uso de los ejercicios autocorrectivos (decidir qué ejercicios hace cada alumna o alumno) y que obtengan estadísticas del uso de estos ejercicios (los resultados, cuándo los han utilizado, etc.).
- Algunas editoriales ofrecen parte del material «en abierto», disponible incluso para aquellas personas sin «suscripción» (en algunos casos se trata de material de un tipo concreto, como, por ejemplo, los vídeos educativos). (1)
¿Cuál sería la situación deseable? Bien, como se aprecia en la diapositiva (2), la variedad de recursos no varía; creo que no se trata de incorporar nuevos recursos, sino de mejorar la interacción que el usuario tiene con cada uno de estos recursos. La diapositiva muestra una parrilla de interacciones posibles, las cuales se explican en la leyenda de la siguiente (3).
Primera fase
En una primera fase, creo que es imprescindible dotar a los materiales de herramientas para que tanto los docentes como el alumnado pueda realizar anotaciones, subrayar, destacar e intervenir sobre el texto (aunque sea sin editarlo). La inmensa mayoría de las editoriales ya disponen de estas herramientas. Los libros generados a partir del iBooks Author también presentan estas herramientas. (4)
También me resulta urgente ofrecer una primera versión para dispositivos móviles, aunque en esta sólo se dispusiera del texto principal. En este caso, incluso, el beneficio sería inmenso. El uso de teléfonos inteligentes por parte de los adolescentes no para de aumentar (y es mayor conforme aumenta la edad de los alumnos). Disponer del texto ya resultaría una gran herramienta de repaso, lectura o estudio accesible desde un terminal que siempre llevan encima. (4)
También me resulta urgente ofrecer una primera versión para dispositivos móviles, aunque en esta sólo se dispusiera del texto principal. En este caso, incluso, el beneficio sería inmenso. El uso de teléfonos inteligentes por parte de los adolescentes no para de aumentar (y es mayor conforme aumenta la edad de los alumnos). Disponer del texto ya resultaría una gran herramienta de repaso, lectura o estudio accesible desde un terminal que siempre llevan encima. (4)
segunda fase
Un paso quizás «técnico» pero que permite afrontar algunos de los pasos siguientes hace referencia a la integración entre el «visor» (el cual nos muestra el «libro») y la plataforma de gestión de contenidos (que muchas veces es también la plataforma de gestión del aula). Esta integración requiere, como mínimo, de una unificación de los ejercicios autocorrectivos y de los resultados que generan. (6)
En el mismo orden de intervenciones «técnicas» se debe empezar a adoptar el html5 como lenguaje de las animaciones. Algunas editoriales disponen de animaciones en otros formatos (flash, principalmente). A pesar de las ventajas que este formato ofrecía en cuanto al diseño y programación de animaciones anteriormente, parece que el estándar se dirige hacia el html5. No hay que olvidar, tampoco, el creciente mercado de dispositivos apple en educación, los cuales se sienten más «cómodos» con elementos html5 que con flash (es decir, aunque existen maneras de poder ejecutar animaciones flash en dispositivos con iOS, es infinitamente más cómodo e integrado trabajar con animaciones en html5). (6)
En esta fase se debería contemplar la incorporación de una política de actualizaciones continuas. (6) Aquí, creo que me voy a detener un instante.
En el mismo orden de intervenciones «técnicas» se debe empezar a adoptar el html5 como lenguaje de las animaciones. Algunas editoriales disponen de animaciones en otros formatos (flash, principalmente). A pesar de las ventajas que este formato ofrecía en cuanto al diseño y programación de animaciones anteriormente, parece que el estándar se dirige hacia el html5. No hay que olvidar, tampoco, el creciente mercado de dispositivos apple en educación, los cuales se sienten más «cómodos» con elementos html5 que con flash (es decir, aunque existen maneras de poder ejecutar animaciones flash en dispositivos con iOS, es infinitamente más cómodo e integrado trabajar con animaciones en html5). (6)
En esta fase se debería contemplar la incorporación de una política de actualizaciones continuas. (6) Aquí, creo que me voy a detener un instante.
Tengo la sensación de que la tecnología en el aula va a cambiar muchas cosas (a veces, más que una sensación, debería definirlo como un deseo). Entre estos cambios, creo que uno muy necesario pasa por que las empresas que se dedican a proporcionar el material educativo dejen de tener mentalidad de «editorial» que hace «libros de texto» y reconozcan que están ofreciendo productos informáticos y que, por tanto, deben modificar algunas de las cosas que daban por sentadas. Una de las «cosas» más obvias hace referencia a la actualización. Los libros de texto eran (son) grimorios sagrados repletos de información que quedaba establecida en el momento que salía de la imprenta. Cualquier actualización debía esperar o bien a nuevas ediciones, o bien a nuevos «proyectos educativos». Los cambios más notables se observaban cada cuatro años. Personalmente, me parece inaceptable esta tasa de actualización si se trata de un producto informático. La Wikipedia, por ejemplo, a veces parece que se actualice al segundo. Y lo mismo sucede con los medios informativos (por no hablar de las redes sociales). En un material digital, la actualización debería ser, como mínimo, semanal; diaria, si se quiere estar al pie del cañón. Estas actualizaciones diarias permitirían ofrecer materiales basado en noticias candentes que el alumnado puede encontrar en los periódicos, telenoticias, blogs, redes sociales o lectores rss que consulten y creo que pueden resultar, de inicio, más motivadoras que algunos de los materiales con una presentación más «clásica». Pero el fenómeno de las actualizaciones va un poco más allá. La renovación de los libros de texto muchas veces correspondía a materiales muy similares con un diseño nuevo y con nuevos ejercicios, actividades, etc. Pero no dejaban de ser actualizaciones «en papel» (inevitablemente, por supuesto). | En el mundo digital estas «grandes actualizaciones» no pueden ser así. No deben responder prácticamente a un cambio de estética. El mundo digital es extremadamente cambiante y lo que hoy puede parecer «moderno», dentro de cuatro años está más que obsoleto. Las «editoriales» (tengo que dejar de utilizar esta etiqueta) deben entender que el producto que presenten cada 3-4 años debe ser radicalmente nuevo, con mejoras añadidas (derivadas de los usuarios, principalmente). ¿Cómo se consigue algo así? Dejando de centrarse en los contenidos y volcándose en las herramientas, en los recursos educativos (por ejemplo en material para impresoras 3D) y en diferentes iniciativas (algunas de las cuales seguramente ni están contempladas hoy en día). Al fin y al cabo, en internet está todo el contenido que queramos (y más). Sólo hace falta recopilarlo y adecuarlo (cosa que están haciendo muchos docentes usando o no herramientas y portales como Tiching o Edshelf). Por no hablar de los recursos educativos abiertos como el libro que elabora la Marea Verde (y que daría para toda una nueva entrada). Las empresas de recursos educativos (veis, ya no les he llamado editoriales) pueden ofrecer su material en forma de pequeñas cápsulas adaptables a estas plataformas o a los materiales que elabore cada docente (una especie de iTunes de recursos educativos en el que, por ejemplo, por 90 céntimos puedes obtener una «unidad» sobre el atomismo clásico o sobre los últimos avances en la vacuna del sida). Pueden incluso ofrecer material de manera gratuita (una especie de cuenta freemium) y centrar su mercado en las herramientas y materiales que vean que serían más útiles para el cuerpo docente (y por el que pueden sacar beneficio; porque no olvidemos que, como cualquier empresa, ese es su objetivo). |
Al final de esta segunda fase, la parrilla empieza a estar más completa. La integración entre el visor y las plataformas, si se hace de manera correcta, junto con la transformación de las animaciones secuenciales a html5, debería permitir una gestión del uso y de la edición de más recursos así como la presentación en dispositivos móviles de las actividades, los vídeos y las propias animaciones secuenciales. Además, en esta segunda fase también se garantizaría una política de actualizaciones que afectaría principalmente a los textos y las actividades. (7)
Tercera fase
En esta fase, se ampliaría la posibilidad de ofrecer estadísticas de uso a otros recursos diferentes de los ejercicios autocorrectivos. De manera casi especular, se programaría la salida para dispositivos móviles de los propios ejercicios autocorrectivos (de esta manera el alumnado podría realizar estos ejercicios en cualquier momento desde el dispositivo que tiene, literalmente, más a mano). (8)
Creo que es esta fase también se debería empezar a abrir más contenidos, aunque fuera de manera parcial; y se debería afrontar la dificultad técnica (y económica) de transformar las animaciones interactivas y simuladores disponibles en otros formatos a html5, lo que facilitaría la gestión de su uso por parte de los usuarios. (9)
Creo que es esta fase también se debería empezar a abrir más contenidos, aunque fuera de manera parcial; y se debería afrontar la dificultad técnica (y económica) de transformar las animaciones interactivas y simuladores disponibles en otros formatos a html5, lo que facilitaría la gestión de su uso por parte de los usuarios. (9)
Cuarta fase
En esta fase, la abertura de los contenidos subiría de nivel: algunos de los contenidos podrían ofrecerse de manera abierta en su totalidad e, incluso, proponerlos como base para que la comunidad de docentes los adapte y mejore continuamente según sus necesidades. (11)
Se podría ofrecer también (aunque esto seguramente correspondería más a licencias premium) laboratorios virtuales y herramientas de gestión de la gamification (personalización, colaboración, competencia, «medallas», progreso, etc). Existen muchas iniciativas al respecto, aunque, por repercusión mediática, debo destacar los ejercicios de matemáticas de Khan academy (los cuales no paran de crecer).
Se podría ofrecer también (aunque esto seguramente correspondería más a licencias premium) laboratorios virtuales y herramientas de gestión de la gamification (personalización, colaboración, competencia, «medallas», progreso, etc). Existen muchas iniciativas al respecto, aunque, por repercusión mediática, debo destacar los ejercicios de matemáticas de Khan academy (los cuales no paran de crecer).
Quinta fase
En la última fase, se podrían ofrecer verdaderos videojuegos en determinados materiales (existen varias iniciativas en esta dirección), y, lo que a mí me resulta más interesante, la integración de una inteligencia artificial, basada en las estadísticas de uso desarrolladas con anterioridad, que permita mejorar la atención personalizada de cada alumno y alumna (sé que suena a humo dicho así, pero se están realizando progresos verdaderamente esperanzadores en este sentido). (13) En cuanto pueda, tengo que dedicarle una entrada a este tema.
Tras esta quinta fase, ya tendríamos la parrilla en la situación «deseable» con un cambio profundo de negocio que pasaría de un negocio editorial centrado en los contenidos, a un negocio «informático» basado en los servicios y recursos para el docente.
Tras esta quinta fase, ya tendríamos la parrilla en la situación «deseable» con un cambio profundo de negocio que pasaría de un negocio editorial centrado en los contenidos, a un negocio «informático» basado en los servicios y recursos para el docente.
Como he dicho al principio, y no me cansaré de repetir, esta presentación es totalmente personal. ¿Qué os parece? ¿Creéis que hay alguna cosa que debe pasar antes que otra? ¿Alguna de ellas no debería pasar nunca o no creéis que llegará a pasar? ¿Me he dejado alguna cosa? Seguro que sí. ¿Cuál?
Si aceptáramos estas cinco fases, ¿cuál sería para vosotros el plazo de cada una de ellas?
Si aceptáramos estas cinco fases, ¿cuál sería para vosotros el plazo de cada una de ellas?